martes, 26 de mayo de 2009

SI EL PUEBLO ES BUENO, EL GOBIERNO NO PUEDE SER MALO

Mayo de 2009

Los políticos son el espejo de nuestra sociedad, como el País es un espejo de los partidos políticos. Si pretendemos mejores políticos o mejores partidos, deberíamos ir pensado también, en cambiar nosotros. Es muy sencillo echarle la culpa a los demás sin asumir nuestras propias responsabilidades.
En Junio se llevarán a cabo elecciones legislativas, como en todas las últimas campañas electorales, estas son puramente marketineras. Cada candidato pone en juego todo tipo de artilugios, lícitos o no, para descalificar a sus contrincantes y no asumir ninguna postura ideológica u ofrecer alguna propuesta que lo pueda condicionar. No hay propuestas ni debate de ideas. Esto no es novedad, como tampoco es novedad que la oposición vea mal aquello que se hizo o propone el que está gobernando, pero no son capaces de jugarse en decir que haría o que modificaría. Cuanto menos posibilidades tenga de alcanzar un cargo, más utópicas , radicales o incumplibles serán sus propuestas. Por lo general todo es vago o difuso. Como dice el refrán: de muestra sirve un botón: Carlos Menem, luego de ser electo y haber hecho todo lo contrario a lo propuesto dijo: “Si decía lo que iba a hacer, nadie me hubiera votado”.
Lo más llamativo es que la oposición critica las medidas o el manejo que hace del poder el gobierno, pero llegada la oportunidad de estar en ese lugar, hacen exactamente lo mismo al que critican. Lógicamente que en defensa del sector a quien representan y con las justificaciones del caso. Este es el viejo juego de la política: hipócrita. Mostrarse como no son.
El que gana las elecciones y obtiene la mayoría, hace uso discrecional del poder. En caso de ganar y no obtener la mayoría, éste debe negociar con otras fuerzas, lo que lo muestra más “dialoguista”o “conciliador” porque no le queda otra que reconoce su debilidad. Este es el juego de la política.
Sin llegar a ser tremendista o apocalíptico, en estas elecciones se juega mucho más de lo que es habitual en elecciones legislativas, más que nada por la postura de ciertos sectores, por lo general encubiertamente reaccionarios. Llama la atención el “odio” que algunos manifiestan en sus declaraciones y las actitudes golpistas que otros asumen.
Intentan instaurar – junto a ciertos medios – una soñada idea de un “golpe” institucional, que no es sólo un invento de alguna mente oficialista. Hay hechos y dichos concretos. La violencia ejercida y la reivindicación encendida a la última dictadura militar que hicieron algunos “productores” en Laguna Paiva cuado atacaron al Diputado Rossi, además a una serie de acontecimientos “desestabilizadores” y que pretendieron instalar una suerte de inseguridad institucional en el País. Fue desagradable la justificación que hizo la FAA ante este hecho de violencia y sobre la toma de un banco por parte de los ruralistas, pero no fueron los únicos actos de subversión: “ahora vamos a ir por los legisladores”, “no vamos a aflojar, vamos por todo” (De Angelis). "Hay un solo camino: ganar o ganar, no hay lugar para otra cosa", “desgastar al gobierno donde se pueda” (Buzzi). El reportaje de Mariano Grondona a Hugo Biolcati presidente de la Sociedad Rural, donde dicen que el gobierno de perder las elecciones legislativas no va a terminar su mandato. Ya no es la mera expresión del antagonismo ideológico, sino rencor y odio, que no me cabe ninguna duda, de haber sido otrora, estarían golpeando las puertas de los cuarteles y ofreciendo patrióticamente sus servicios. Lo grave es que cierto sectores lo vivirían con algarabía y otros serían peligrosamente indiferentes (por algo será?). Como esa época – supuestamente - quedo atrás, ahora especulan con golpes institucionales-económicos, el más reciente del 2001, donde algunos dirigentes “peronistas” - que se dicen retirados - tienen bastante experiencia en el tema. No hay un castigo social para estos personajes, se reciclan y su palabra se sigue escuchando como si aún tuvieran autoridad moral y ética. Lo que pareciera demostrar – aún - la debilidad institucional del sistema.
Está probado que aquellas organizaciones políticas que se oponen a lo más representativo de la clase obrera y los humildes (el peronismo), siempre hayan fracasado en el uso de las facultades que le ha otorgado el pueblo por medio del voto. Ya sea por elecciones democráticas 1983 – 1991 y que no llegaron a feliz termino o aquellas inconstitucionales con el peronismo proscrito.
Sin querer hacer una comparación de valor, el odio que hoy demuestran algunos sectores de la sociedad tiene cierta similitud con aquellos que enfrentaron, bombardearon y derrocaron a Perón en 1955. Sectores oligárquicos, burgueses y medios, la prensa, la iglesia, la sociedad rural y un amplio arco político que abarco de la derecha a la izquierda. Se acusaba al gobierno de déspota, autoritario, de no dialogar, falta de libertad de prensa, etc. Algo similar a lo que ocurre hoy, aunque sobre los medios de comunicación, el 80% son oposición. También hay similitud en la forma despectiva de trataba a los obreros y pobres, antes “cabecitas negras” o “alubión zoológico”, hoy son negros de mierda o villeros.
Ayer molestaba el ascenso social de las clases más desposeídas y olvidadas. Molestaba la mayor participación en la riqueza de los humildes, que tuvieran acceso a la educación, salud, vivienda, trabajo digno y la fortaleza de los gremios. Durante estos últimos años que se pudieron recuperar algunas reivindicaciones laborales y sociales perdidas en los 90. Hoy ante la crisis mundial, nuevamente pretenden hacérsela pagar a los obreros, aplicando medidas recesivas y anti obreras.
Muchos de la clase media y alta que reniegan del peronismo, lo miran con desprecio y lo discriminan por estar formados por obreros, pobres y marginados (negros), (aunque hay muchos intelectuales sobresalientes), pretenden desconocer que fue Perón quien permitió que los hijos de los trabajadores tuviera acceso a una universidad gratuita y pudiera transformarse en profesionales.

LA CLASE MEDIA, NO VA AL PARAÍSO
Pero no solo asombra la actitud de ciertos profesionales, sino también de muchos empleados-oficinistas (clase media - baja) hacia los simples obreros. Como si ser empleado en una oficina los elevara de categoría y les diera cierto “estatus” social. Tanto a profesionales o empleados, la política de este País les otorgo posibilidades que a otros se la negó. Nos quebraron la unidad solidaria que existía, “trabajadores éramos todos”, donde cada uno cumplía su rol en una comunidad organizada. Se perdió la visión de que los obreros fueron los más castigados, desprotegidos y perjudicados por aquellas políticas destinadas a favorecer la acumulación de riquezas en manos de unos pocos: privatizaciones, endeudamiento, especulación financiera, desindustrialización, importación irrestricta, un país solo de servicios. El País del uno a uno, viajes a Europa, Miami o déme dos. Los trabajadores pagaron los vicios y las suculentas ganancias de unos pocos, que exploto en el 2001, con 21,5% de desocupados, igual a 3 millones de seres humanos. Parecería que nadie se detiene a pensar que paso con los pobres y marginados, por qué llegaron a esa triste situación, que ha provocado su “expulsión del circuito social”, por qué hoy son mal visto. Ningún ser humano desea vivir en la pobreza o marginalidad, sino que les negaron todas las posibilidades de progreso cultural, laboral y social, solo se los marginó y trato de esconder. Nada más que han crecido tanto que ya no se puede ocultar y sólo se atina a escaparles o usar, en lugar de darle una solución definitiva, “integrarlos”. Agradezcamos su pasividad y resignación para asumir este destino injusto que le han impuesto algunos sectores económicos-sociales y dirigentes políticos, gremiales y empresariales, porque si reaccionaran por justicia, muchos la pasarían muy mal.

CUANDO LA “CORBATA” ESCLAVIZA
La clase media, por lo general, tienen ese prurito de ver como villano al obrero y victima al empresario. Generalizan calificando “a los obreros” de vagos, mal intencionados, abusadores, prepotentes, que arruinan las herramientas o máquinas para no trabajar o por revancha.
Ahora lo más sorprendente es que no tienen conciencia de clase, porque no dejan de ser trabajadores, trabajan bajo dependencia o cuenta propistas y cuando su patrón los deja en la calle o no les pagan el trabajo, se sienten desprotegidos y abusados. Si asumirían su verdadero rol, estarían más cerca de los obreros y de sus reclamos.
Pocos se ponen en la piel de un obrero, ser obrero no es fácil, largas horas de viaje hacinados, extensas jornadas laborales, sueldos magros y condiciones desfavorables. Ahora si vivís en un asentamiento, villa o complejo, difícil que puedas ser obrero, porque no cualquiera te da trabajo.
Tratemos de entender quién ha instalado esta división obreros – empleados en la sociedad y quienes son los beneficiados.

LOS RICOS “QUIEBRAN”, LO POBRES SE MUEREN
Ningún obrero, por más mal comportamiento que tenga, logra quebrar a una empresa para clasificarlo como “el villano”, en cambio – históricamente - son muchos los empresarios que quiebran, funden o vacían – malintencionadamente - sus empresas perjudicando a cientos de trabajadores. Sin profundizar demasiado en la historia, recordemos las matanzas en la patagonia o los hechos de la semana trágica derivados del conflicto en la fábrica Vasena, tan sólo como para nombrar un par de hechos deplorables. Recodemos los subsidios de la promoción industrial dispuesta por los militares, créditos a tasas bajas impagos al BANADE, estatización de los pasivos contraídos en el exterior realizado por Cavallo y que todos los argentinos estamos pagando. Tampoco debemos olvidar que en la última dictadura militar – algunos empresarios - informaban sobre aquellos obreros o delegados rebeldes, para que estos los escarmentaran o “chuparan “. Y sin ir a hechos tan repudiables, cuántos son los empresarios que se quedan, se quedaron, especulan o especularon con los aportes de la seguridad social, sindical o obra social de los trabajadores. Cuantos son los empresarios que han tenido suculentas ganancias y no invirtieron ni un peso en sus empresas, remitieron esas ganancias a paraísos fiscales o incrementando obscenamente su patrimonio personal. Cuantos empresarios no cumplen con las mínimas normas de seguridad e higiene poniendo en riesgo la vida de los trabajadores o contaminan irresponsablemente el medio ambiente. Cuantos se beneficiaron con las leyes de flexibilización laboral, haciendo trabajar extensas jornadas laborales sin reconocimiento de horas extras, ni beneficios convencionales, todo por la necesidad de trabajar. Aún el trabajo en negro sigue siendo elevado, como así también la explotación infantil. Se niegan a ceder una mayor participación en las ganancias a sus trabajadores. Cuando un empresario cierra su empresa puede seguir viviendo de la renta, el obrero no tiene resto. Un mal o deshonesto empresario pude hacer mucho más daño que un mal obrero. Convengamos que históricamente las víctimas fueron los obreros y no los empresarios, por lo tanto no se justifica esta descalificación. La idea es que cada uno cumpla con su rol con honestidad y eficiencia, sin querer sacarse ventaja uno u otro según de que lado este la fuerza.
Se esta exacerbando las divisiones, recreando viejas fobias y antagonismos que se creían superados. Nos han introducido en la lucha de pobres contra pobres. “blancos contra negros”. Los que tienen algo (clase media – media baja) obreros, empleados, cuentapropistas, profesionales, etc., que por suerte y esfuerzo pueden tener algún patrimonio, miran con desconfianza a los pobres, carenciados y marginados, como si estos quisieran arrebatarles sus pertenencias.
Los pobres, carenciado y marginados ven con recelo a los que tienen algo, porque creen que estos le están quitando la posibilidad de una vida digna. Sin darse cuenta unos y otros, que hay muchos que comprenden las necesidades de unos y comprenden los bienes bien habidos que otros tienen. Lo que es obligación de los que más tienen, es comprender la desesperación y necesidades de los que menos tienen, y sobre todas las cosas, la falta de oportunidades que se les negó por años. Hay que luchar para igualar para arriba e integrar y no marginar o desplazar.
Esta es la insidia que nos han metido los que si tienen el poder económico, los que no quieren repartir algo de sus millonarias ganancias y quienes tienen el deber de distribuir la riqueza con justicia.

SIN EL PERONISMO, NO SE PUEDE GOBERNAR
Mientras los pobres nos miramos con desconfianza, los poderosos económicamente no se preocupan, es más, disfrutan porque sus bienes están asegurados. No les importa la mortalidad infantil, la desnutrición, la miseria, las enfermedades de la pobreza, para ellos eso son solo estadísticas.
La historia lo ha marcado, el peronismo es quien ante la debacle de otros partidos o los mismísimo militares, fue el que ha tomado las riendas del País y lo ha conducido. Nadie ha podido gobernar sin el peronismo, por ende sin su columna vertebral, el sindicalismo. El peronismo no es de por si , un partido que se pueda decir “políticamente correcto”, como le gustaría a establisment o a la mayoría de los sectores conservadores. Excepto los 10 años de Menem, pero eso no fue peronismo sino puro neo-liberalismo digitado desde el norte. El caballo de Troya dentro del peronismo. L0 que no pudieron los militares y la oposición – entrega y vaciamiento - lo logro Menem. Aún hoy debemos soportar a sus seguidores como De Narváez, Sola, Reutemann, Scioli, Barrionuevo y Cia. Hoy muchos de estos personajes son manejados desde las sombras por un Duhalde impresentable. En que se puede sentir representado o identificado un obrero o un “militante peronista” con un millonario, un terrateniente sojero, un ex F1 terrateniente sojero o un ex corredor de motonáutica (obediente oficialista), sin pasado y militancia peronista.
Radicales, Coalición Cívica, algunos socialistas e izquierda, (ex alianza), paradójicamente conforman casi la misma alianza que motorizo y apoyo el golpe que derroco al gobierno democrático del Presidente Juan D. Perón. Tienen el mismo rumbo, se oponen a todo, pero no proponen nada superador, sólo tienen para mostrar los fracasos anteriores. Pero algo si está claro, que trataran por todos los medios obstruir cualquier intento de profundizar este modelo, que apenas llega a ser reformista.
Nadie puede dudar de su anti peronismo, lo tratan de disimular pero es evidente su intolerancia a lo popular y sobre todas las cosas a no poder dominar a esa masa de pueblo que sigue fiel a una idea con la que se siente identificada y que hace a nuestra idiosincrasia. Lo sienten, lo viven, se hace carne esa discriminación, el desprecio y menoscabo a su condición de pobres y obreros, para ello son “esos negros”. Brote del viejo gorilismo racial.
De perder – el oficialismo - la mayoría en las cámaras en manos de este cúmulo de fuerzas anti obreras que compiten, procuraran y seguramente intentaran hacer retroceder las conquistas laborales y sociales restituidas. Es evidente su desprecio por las organizaciones sindicales peronistas, deploran a sus dirigentes sindicales y siempre estuvieron más cerca de los poderosos intereses económicos. El 80% de la oposición ya ha dado muestra al tomar posición – cuando fueron parte del gobierno o en el parlamento – sobre que intereses defienden, que no son precisamente el de los trabajadores. No debemos olvidar que desde Menem y la Alianza no existieron aumentos ni paritarias para los trabajadores. Más de 10 años en que la flexibilización de las tareas y la rebaja de los salarios fueron la constante.
Igualmente todas estas alianzas son efímeras, circunstanciales y electorales, lo que marca su debilidad y de ninguna manera les permitiría gobernar.
Sólo algunos sectores peronistas (no pro menemistas o duhaldistas), de izquierda y sociales van por la profundización del modelo, pero como siempre divididos por sus celos ideológicos y actitudes individuales.
Si alguna alternativa fuerte y masiva, propusiera profundizar el modelo: Pleno empleo, salarios dignos, vivienda digna para todos, acceso a la educación y salud gratuita e igual para todos. Los Ferrocarriles como un bien social y de crecimiento de los pueblos del interior. Los servicios esenciales en manos del Estado. Mejorar el reparto de la riqueza, bajar los años de jubilación. Mayor control a las multinacionales cerealeras, mineras y petroleras. Recrear la Junta Nacional de Granos, Carnes e YPF, restringir la venta de tierras a extranjeros en zonas estratégicas. Reforma agraria. La tierra en mano de mucha más gente, bajaría la pobreza y la indigencia. Resumiendo Justicia Social, Independencia Económica y Soberanía Política. Esas no son ideas extremas, delirantes o inalcanzables, esto se llama Revolución PERONISTA, no estaríamos hablando de que peligra el modelo. Pero si desesperaría a todos los sectores de derecha que hoy acaparan el espectro eleccionario y que por mucho menos quieren defenestrar a este gobierno.
Acaso la Revolución Justicialista o la Comunidad Organizada del General Perón, hoy han pasaron a ser una utopía o idealismo?
Algo que se suele dar: todo proceso de cambio que permite el asenso de las clases más bajas y medias, estas se vuelven conservadoras, trabando la profundización del cambio. Toda mejora es inversamente opuesta a los cambios.

¿CUÁNDO LOS “MEDIOS” SERÁN “ENTEROS”?
Los medios de comunicación - en todo este proceso – merecen un párrafo a parte, en general o los de más llegada a la gente, dado que están jugando un papel importantísimo en contra del gobierno, sectores gremiales y populares. Los “medios de comunicación” son empresas de comunicación que pertenecen a grupos económicos y es evidente que están haciendo campaña.
Si nuestro objetivo es estar informado, es preciso saber quien nos informa, que sector social o interés representa.
Es más que evidente, que el más importante multimedio se siente afectado ideológicamente ante la posibilidad de perder su millonario e influyente poder, por la nueva ley de radiodifusión, que permitirá que exista libertad de prensa. Aunque no es el único interés afectado, pero si el más poderoso. Por lo tanto ha puesto todos sus medios para hacer campaña en contra del gobierno y hacer “lobby” a favor de la oposición.
Desde la monopolización de los medios de comunicación social, verdaderos formadores de opinión, trasmiten sus “verdades” desde su propia óptica, que no es otra que la de sus intereses de grupo económico.
Cuando nuestras familias o nosotros mismos leemos un diario, vemos un programa de TV o escuchamos un programa de radio, creemos que nos estamos informando, cuando en realidad lo que estamos consumiendo es la versión interesada de grupos económicos que dicen sólo lo que a ellos les conviene, mientras esconden las verdades más importantes.
Es decir que debemos saber “leer, escuchar o ver” lo que ellos jamás no dirán, porque no les conviene que el pueblo esté debidamente informado.
Se ha puesto muy de moda, que periodistas a los cuales se le han creado el aura de “serios y objetivos” nos digan que y como debemos pensar. Nuestra vida se ha hecho tan veloz, que ya no nos detenemos ni un minuto a pensar que nos están diciendo o nos quieren decir, que intenciones tienen o porque quiere que pensemos como ellos, consumimos lo que nos dicen como si fuera la única verdad. Además, cuanto más breve mejor. Cuando la realidad tendría que ser que tan sólo nos den la información y cada uno saque sus propias opiniones de los hechos. Cuando nos dicen que nos están “informando” , en realidad nos están “formando” una opinión favorable a sus propios intereses.
Grupos empresariales asociados, controlan estos medios para evitar que el común de la gente pueda decidir por si misma el rumbo de sus vidas. Han reemplazado las dictaduras por un medio más sutil de dominación y “embrutecimiento” masivo.

LO QUE MATA ES LA INGENUIDAD
Soy critico de este gobierno, tampoco soy defensor de la mayoría de los encumbrados o renombrados dirigentes gremiales, pero mal que mal, pueden ser el resguardo de los logros alcanzados y avanzar hacia la tan ansiada Justicia Social.
Considero que en el modelo actual hay muchas falencias, que se quedaron a medio camino con los cambios necesarios, la distribución de la riqueza es magra y lenta, no se produjeron los cambios en la política tal como prometieron, siguen aliados a la vieja política, pero como “trabajador” no veo la solución en escapar hacia la derecha o volver a probar políticas neoliberales o empresariales, que ya hemos padecido. Si creo que debemos exigir, actuar y participar para profundizar los cambios e ir hacia un Estado de mayor igualdad, dignidad, justicia social, independencia económica y honestidad, que sólo el PERONISMO verdadero y fuerzas nacionales pueden darnos, sin todos estos equilibristas o saltimbanquis de la política, que su única ideología es satisfacer sus apetitos personales.
Las fuerzas políticas de derecha, que hoy le están discutiendo el poder al gobierno, siempre criticaron o trataron de ponerle límites al movimiento obrero, porque no lo pueden dominar, por lo tanto intentan dividirlo y debilitarlo, para así cumplir con los designios de quienes representan, lo que más tienen y quieren un país, dominado, pobre, ignorante y endeudado.
En definitiva, hoy por hoy este gobierno, con todas sus falencias y errores, podríamos decir que es la opción Peronista. Aunque hay otra opción nacional y popular, Pino Solanas, aunque mucho más idealista.
Se puede estar en contra, no opinar de igual forma, pero lo que se ha generalizado es el odio, la intolerancia, la critica constante, por más que haya cosas que se puedan hacer bien.
Estas últimas elecciones además están marcadas por alianzas ocasionales y sin basamento ideológico, se ha hecho vulgar el cambiar de partido o no cumplir con el mandato por conveniencias o por un mejor puesto en la lista, poner a la mujer, hija o cualquier pariente o como las candidaturas falsas, porque no asumirán. No existen políticos nuevos, ni nueva política, solo se reciclan. La política se farandulizo y todo se hace según el marketing y el asesor de imagen. Nada es verdad, todo es ficción. Esto suma al desprestigio de la política y aleja al ciudadano común de aquello que le debe importar como la vida misa, porque en la política esta en juego su futuro y de sus hijos. No es poca cosa.
Para reflexionar: A pesar de que este Gobierno tiene rasgos peronistas, uno no le dará más crédito por el riesgo que representan los que hoy son oposición que por mérito propio?
Si hay tanto rechazo y aprensión por las medidas moderadas redistributivas tomadas por este gobierno, que pasara si pretende profundizarlas? Es un Gobierno condicionado? Hacen lo que pueden?
Si el oficialismo gana, todos estos destituyentes o golpistas que pululan por los medios y en algunas calles y rutas, aceptaran el veredicto de las urnas o buscaran algún otro tipo de revancha?
No defiendo a los políticos, sino a la política y a la democracia, si queremos vivir dentro de ella. La peor crisis no es la económica, sino la de nuestra sociedad, intolerante e individualista, así este País seguirá sumergido. Sólo se salvaran los de siempre, los que acumulan riqueza expandiendo la pobreza.
Héctor Daniel Fernández

martes, 19 de mayo de 2009

INTOLERANCIA

Febrero de 2009

Es preocupante el hecho de violencia (eso no fue un escrache) ocurrido en Laguna Paiva perpetrado por un grupo de “productores” contra el Diputado Rossi. Considero que estamos - al menos- ante una serie de acontecimientos “desestabilizadores” y que ponen en riesgo la vida institucional del País. Es desagradable la justificación que hace la FAA ante la violencia, pero no es el primer acto de subversión: “ahora vamos a ir por los legisladores”, “no vamos a aflojar, vamos por todo” De Angelis, "Hay un solo camino: ganar o ganar, no hay lugar para otra cosa", “desgastar al gobierno donde se pueda” Buzzi. Creo que cierto sector intolerante pretende dar un golpe institucional - económico. Por más perjuicio económico que padezcan no se puede justificar o incitar a la violencia, como muchos lo están haciendo, incluso algunos medios de comunicación, esto nos pude llevar a un espiral peligroso y que ya vivimos. Que les queda a los miles de marginados y pobres, a los que deben revolver los tachos de basura para comer algo, a los cientos de trabajadores que se están quedando sin trabajo, “volver a los saqueos”, agredir a quienes lo empobrecieron toda la vida. No defiendo a los políticos sino a la democracia, si queremos vivir dentro de ella. La peor crisis no es la económica, sino la de nuestra sociedad, intolerante e individualista, así este País seguirá sumergido. Sólo se salvaran los de siempre, los que acumulan riqueza expandiendo la pobreza.

Héctor Daniel Fernández

CRISIS

Diciembre de 2008

¿UNA CRISIS SOCIAL PRODUCTO DE LA CRISIS FINACIERA – O – UNA CRISIS FIANCIERA PRODUCTO DE UNA CRISIS SOCIAL?

El comportamiento social ha sufrido una degradación que nos debe preocupar. No solo se ha degradado y es creciente el descreimiento entre representantes y representados, sino que también afecta la observancia de las leyes, el funcionamiento de las instituciones e incluso en el comportamiento diario en la calle.
En la década de los noventa se alcanza el cenit de los cambios sociales y culturales que hacia años se venían gestando, está época estuvo marcada por el fundamentalismo de mercado que trajo aparejado una caída profunda en los valores que eran el basamento de la sociedad. Se instalo en casi todo el mundo el neo-liberalismo o capitalismo salvaje, perdiendo la economía la ética y la equidad. A consecuencia de ello surgieron factores como la desocupación, eliminación de las pequeñas empresas, salarios inmóviles, privatizaciones, recicladotes de basura, trabajos informales, etc., que hicieron que cambiara el comportamiento general. Pero uno de los hechos más grave fue la perdida de la cultura del trabajo, debilitando las bases sociales y poniendo en riesgo las instituciones, comenzando con la familia, forjadora de valores éticos y morales.
La degradación social que estamos viviendo es el reflejo de la degradación de la familia. Los valores morales surgen primordialmente en el individuo por influencia y en el seno de
la familia, y son valores como el respeto, la tolerancia, la honestidad, la lealtad, el trabajo, la responsabilidad, etc. Algunas de las causas, son los conflictos familiares, intolerancia y la situación económica, ésta ha traído aparejado que tanto la madre como el padre tengan que salir a trabajar, quedando los hijos al cuidado de familiares o extraños, doble escolaridad o cuando no en la calle. Cuando los padres regresan al hogar luego de una larga jornada de trabajo, están agobiados y cansados, escasamente pueden contener o atender las demandas de sus hijos, produciéndose un relajamiento de la autoridad, pérdida de disciplina y de respeto, lo cual se refleja en el comportamiento en el colegio y ante la sociedad. En definitiva la formación queda en manos de terceros, que no siempre tienen el mismo celo e interés que los padres, quienes además tiene la obligación de esa labor.
La resignación, el conformismo y el desaliento se instalan en vastos sectores de la sociedad adulta y el desinterés y descreimiento en la juventud, doblegados ante un discurso aplastante que predica que el destino de hombres y mujeres se juegan en el terreno del mercado - donde impera la ley del más fuerte y el "sálvese quien pueda" - y no en el ámbito de la sociedad, política y el Estado. Gran parte de la Juventud descreen de todo y no quiere participar en nada, porque suponen que serán usados y nada podrán cambiar. Algunos sectores expresan su rebeldía con violencia, violencia en las canchas, en los recitales o simplemente en las calles, otros se hunden en el alcohol y las drogas o caen en la marginación al no vislumbrar un futuro. Quizás todas estas reacciones sean una forma inconsciente de revelarse contra este sistema que los expulsa y abandona y a la vez serle inservible al mismo.
Nos hemos convertido en una sociedad individualista, intolerante y agresiva, la única verdad es la nuestra, el único reclamo valedero es el nuestro, el de los demás sólo molesta. No hay respeto por espacio público ni conciencia por el bien común. Así vemos como automovilista se quejan porque manifestaciones de trabajadores o desocupados cortan las calles reclamando en defensa de su fuente de trabajo, pidiendo trabajo o mejores condiciones de vida. Pero esos mismos automovilistas que reclaman por su derecho a transitar libremente, toman la calle y la cortan para reclamar que no levanten más edificios, para que ponga un semáforo, pero les es indiferente si se cortan avenidas y calles por un corso, un recital, un partido de fútbol, una maratón o cualquier otra acontecimiento. Se está obstruyendo en once una calle por cuatro años, que nada tienen que ver con el dolor y legitimo reclamo de justicia, pero se está perjudicando a vecinos, comerciantes y usuarios de colectivos sin que a nadie convoque o utilice el sentido común. Se corta indefinidamente un puente internacional como protesta contra una empresa en un País vecino porque supuestamente nos va a contaminar. Se cortaron las rutas del País en reclamo de beneficios a un sector de la producción, perjudicando a otros sectores con desabastecimiento y aumento de precios en los alimentos. Pareciera que solo es valedero nuestro reclamo o del sector al que pertenecemos.
Sin ir muy lejos, en pleno 2001, el fulgor de las asambleas populares y la caída estrepitosa a nivel social de la clase media, con alta tasa de desocupación, corralito y saqueos incluidos, los hizo acercarse a los más pobres, y como gran acontecimiento los vecinos de Caballito recibieron a los pobres de La Matanza (luego piqueteros), con D´elía a la cabeza, en su marcha hacia Plaza de Mayo, con agua y comida, en un gesto de solidaridad y comunión social. No hace mucho, los vecinos de Caballito cortaron la Av. Rivadavia pidiendo que saquen un “asentamiento” de cartoneros que se encuentra sobre las vías del Ferrocarril Sarmiento, porque dicen que ellos provocan la ola de delitos que padecen. No se congregaron porque viven en condiciones inhumanas, sino porque supuestamente “los marginados” son generadores de inseguridad.
La inseguridad es un serio problema, pero no es independiente del problema social que vivimos, sin inclusión no habrá seguridad. Aquellos a quienes se les da la espalda, hoy nos piden, mañana reclamarán y luego, nos quitaran con violencia lo que ellos creen que les corresponde de una mala distribución de los bienes.
Es positivo que los ciudadanos se manifiesten y movilicen por aquellas cosas que lo afectan y no son atendidas, pero se tiene que tener un criterio para analizar que es lo relevante o lo que no lo es tanto, que es prioritario y lo que no lo es, de acuerdo a esto debe ser nuestro comportamiento en la calle con manifestaciones o manifestándonos.
También es permanente la queja sobre la suciedad y el tránsito, pero los que generamos la suciedad somos los mismos ciudadanos, los que violamos las reglas de tránsitos somos los automovilistas. Es indudable que hay una profunda incultura ciudadana y falta de ejemplos. Por lo general aquellos que deben hacer cumplir disposiciones, ordenanzas o leyes, son lo primeros en violarlas o individuos omnipotentes que no les toca las generales de la ley. Estamos colapsando como sociedad y no sumergimos en una crisis muy peligrosa.
Declamamos por las dirigencias corruptas, inmorales, comportamientos mafiosos, ineficientes, etc. Pero no podemos negar que esos dirigentes nacieron del ceso de nuestra sociedad. No se hicieron corruptos, mafiosos o ineficientes con el solo hecho de arribar a un cargo político.
Además pareciera que la sociedad le gustara suicidarse, cuando asume un gobierno democrático –cualquiera su signo político - y con el cual no se esta de acuerdo, queremos inmediatamente que fracase. Cuando fracasar significa que nos ira mal a todos o casi todos. Sectores de poder comienzan a operar en su contra para debilitarlo y desgastarlo. Se apoya a cualquier sector o persona que critique o ataque al gobierno, sin importarnos que ideas sustenta o si esta a las antípodas de nuestro pensamiento. Se producen las alianzas más sorprendentes, carentes de coherencia y sustento ideológico, aquellos a quienes criticaron o descalificaron, hoy son sus nuevos aliados. Nadie analiza la información, de donde proviene o que intereses tiene, se la consume tal cual se da. Aún existen conductas con reminiscencia golpistas. Así cuesta mucho crecer, como País y como sociedad.
En definitiva es una actitud egoísta de esta sociedad, privilegiamos nuestros intereses por sobre los del conjunto, no importa si el País se hunde, lo importante es salvarnos únicamente nosotros.
Se tiene una visión muy escueta de País, producto de un trabajo planificado que viene de muchos años atrás que tuvo por objetivo crear esta sociedad individualista y destruir los valores solidarios que existían. Hoy suponemos que “el País” es sólo el ámbito que nos desenvolvemos o el sector social al que pertenecemos o tenemos contacto.
Nuestra sociedad olvida rápidamente ciertos acontecimientos, no recuerda lo duro que fue superar anteriores crisis y cuanto nos costo salir de ellas, principalmente la más reciente del 2001. Como en toda crisis el trabajador y los pobres son los que más pierden y deben pagarla con una alta cuota de sacrificio.
Ahora cuando hablamos de sociedad, por lo general nos referimos a ámbito que nos rodea. Pero en realidad la sociedad está conformada por distintos estamentos sociales. Entre esos estamentos se encuentran los pobres y marginados, quienes no especulan, no se preocupan por la caída de la bolsa o si sube el dólar, sólo pueden preocuparse en comer ese día y estos son millones de ciudadanos. Así que cuando se dicen, “la sociedad esta preocupa por ....” no es toda la sociedad. Parecería que para algunos solo cuenta aquellos de cierto poder adquisitivo.
Si el reparto de la riqueza fuera más eficaz y equitativo y se invirtiera en educación, salud y trabajo digno, no habría tantos marginados y pobres, se recuperaría la cultura del trabajo y se eliminaría muchos de los males que hoy nos aquejan, entre ellos la violencia, seguramente no habría que invertir tanto dinero en policías, cárceles, barrios cerrados, guardias privados de seguridad, etc. La acumulación de riquezas en manos de unos pocos, trae aparejado la acumulación de pobreza en la mayoría de la población.
Estamos ingresando a una nueva crisis mundial, iniciada en Estados Unidas y que no se sabe a ciencia cierta, cuando o como terminará. Algunos vaticinan el final del fundamentalismo del mercado, ese que por si sólo todo lo arreglaba. En EE.UU el mismísimo Estado, conservador y defensor del libre mercado, “intervino” para que no se les derrumbara todo el sistema. No se puede distinguir si es una maniobra más de la economía capitalista para bajar los precios de las materias primas, congelar y bajar salarios, ajustar las plantas permanente de trabajadores y flexibilizar las condiciones laborales. Una historia ya vivida o se les pincho la burbuja financiera especulativa improductiva, que se apropiaba de la riqueza creada por el trabajo. Mientras la producción este en manos de grupos inversores, financistas o accionistas, donde las ganancias son el único criterio, en lugar de los productores o industriales con intereses propios, solo prevalecerá la especulación. Mientras existan empresas con más poder que un Estado, no existirá una democracia verdadera y mucho menos se podrá pensar en una economía social. La falta de equidad del capitalismo, genero que el trabajador produzca riquezas para otros, mientras producía su propia pobreza material y moral.
Toda crisis trae cambios, estamos ante la posibilidad histórica de producirlos, se requiere una transformación económica, social y política, enfocada en la producción y no en la especulación, reparar los profundos daños en el tejido social y una democracia verdadera apoya sobre la base de una mayor participación y consenso.


Héctor Daniel Fernández

DONDE VA NUESTRA SOCIEDAD

Mayo de 2008

Recientemente se entablo una discusión entre la Iglesia, el Gobierno y algunos oportunistas opositores, que ofende a la condición humana, peleándose para ver cuantos pobres hay. Se nos quiere distraer la atención con números, cuando esos números son seres humanos, hombres, mujeres, niños, ancianos y jóvenes, que necesitan políticas integrales, eficientes y directas, que no pueden ni deben esperar más. Ningún dirigente político o social con ingerencia en la política actual esta libre de culpa, este flagelo viene desde hace tiempo y todos, con mayor o menor responsabilidad tuvieron su participación y no hicieron nada para remediarlo, esperaron que la política del derrame los alcanzara, que si la recaudación o si reactivación, que una bolsa de comida o un plan social solucionara por si sólo el problema, incluso algunos trataron de esconderlos desalojándolos de un lado a otro, pero ahí estaban y ahí están.
Es ofensivo y denigrante entrar en una discusión así, aquí no hay nada que discutir, sino cada uno de los que tienen una porción de poder deben ponerse a trabajar efectivamente para que desaparezca la pobreza, para que en este País, esencialmente productor de alimentos, no haya personas con hambre, seres humanos abandonados a su suerte, pobres de toda pobreza.
Lo que está sucediendo en nuestro País es muy grave, se está degradando el futuro. Dos hechos recientes marcan una realidad de la cual solo algunos que viven en una burbuja o se hacen los distraídos no pueden vislumbrar. Dos criaturas de 7 y 9 años que vivían en un ámbito de pobreza extrema asesinaron a una niña de 2 años. Cinco chicos murieron calcinados al incendiarse la “casilla” donde vivían. Si a esto le sumamos la cantidad de niños de la calle que deambulan día y noche por los centros urbanos, librados a su suerte. La cantidad de niños que acompañan a los padres en la tarea diaria de recolectar cartones o los chicos que son utilizados para trabajar porque abaratan sus costos. La mayoría de estos chicos, al igual que sus padres, viven en condiciones indignas para cualquier ser humano, en ranchos o casillas, sin acceso a la salud, a la educación, sin agua potable, sin red cloacal, o en asentamientos paupérrimos y hacinados. Por su condición, son los más vulnerables a flagelos como la droga, alcohol y violencia. Se les reclama conducta social y ciertos valores y principios éticos, pero no olvidemos que a ellos se los margina permanentemente por su condición y no se les brinda la posibilidad de cambio, han sido privados de toda condición digna de vida e ignorados sus derechos constitucionales.
Algunos pretenden cambiar el enfoque de la cosa y hacernos creer que los marginados, piqueteros, cartoneros, niños de la calle, sin techo, etc., etc., están en esta situación por que ellos quieren o que se han generado por generación espontánea, pero han sido generados por deficientes o mal intencionadas políticas de Estado.
Todos lo saben, todos los ven, pero medidas concretas nadie toma y no se habla de hacer caridad o asistencialismo, eso es un paliativo nada más. En todos estos años, ningún dirigente u organización promovió un paro, una marcha, un corte ruta o medidas directas, tan proclives para defender sus intereses sectoriales pero no para exigirle a un gobierno cambiar el destino de estos seres humanos.
Existen organizaciones sociales y personas que trabajan esforzadamente para darles una posibilidad para que escapen de esta situación, pero no basta, es el Estado con todo su aparato el que debe ocuparse.
Igualmente ésta es la sociedad que hemos construido, donde todos, quien más quien menos tenemos algo que ver.
Tristemente debemos pensar en el futuro que le espera a nuestro País, con la cantidad de niños con distintas deficiencias irreversibles, problemas sociales y secuelas que no podrán revertirse, ellos formaran una inmensa legión de adultos con todo tipo de problemas, que seguramente muchos políticos aprovecharan para usar en provecho propio.

Héctor Daniel Fernández

1º DE MAYO – DÍA DEL TRABAJADOR

Mayo de 2008

El 1º de Mayo se recuerda como un hito de las luchas obreras. Todo comienza en EE.UU., con los mártires de Chicago, militantes obreros que habían sido condenados y ahorcados en 1886, por manifestarse en defensa de las 8 horas de trabajo. Aquí también se acompaño esa conmemoración y los obreros padecieron represión, persecuciones violentas, condenas, fusilamientos y todo tipo de atropellos, por reclamar condiciones más digna de trabajo. La semana roja, la huelga de los inquilinos, la Semana Trágica (empresa Vasena), Santa Cruz (la Patagonia Rebelde) o La Forestal (Chaco – Santa Fe), entre algunos de los hechos represivos más conocidos
El movimiento obrero argentino, y su organización sindical, tiene una larga y compleja historia. Nació prácticamente a mediados del siglo XIX y pasó por diferentes y variadas circunstancias históricas que motivaron su devenir.
La primera inmigración que recibió el Argentina en aquel entonces, fue el cimiento sobre el que comenzó a edificarse el sindicalismo nacional.
Durante las décadas del 80 y el 90 se formó una gran cantidad de sindicatos de oficio y la realización de huelgas se multiplicó.
A principio del siglo XX comenzaría el proceso de unificación nacional de varios sindicatos pasando a conformar las federaciones. Y si bien la unión entre sindicatos anarquistas y socialistas no sería duradera la presión que, en forma conjunta o separada, ejercían sobre el gobierno de turno si sería efectiva. Ni la violencia propuesta desde los círculos de poder detendría el movimiento ya que, por ejemplo, cuando un acto de la Federación Obrera Regional Argentina ( FORA, de tendencia anarquista) fue severamente reprimido por la policía (doce obreros murieron) la respuesta de todas las centrales – solidariamente - fue convocar a una huelga general por tiempo indeterminado. Otros hechos de violencia afectarían al movimiento obrero, por aquellos tiempos los huelguistas solicitaban la reducción de 11 a 8 horas de trabajo, aumentos escalonados de jornales, la vigencia del descanso dominical y la reposición de los delegados obreros echados por la empresa al iniciarse el conflicto, cosas - que en algunos cosos - no difieren en mucho a lo que ocurre hoy.
Durante 1929 se había conformado una agrupación llamada Federación Obrera Poligráfica Argentina (FOPA), diseñada por los linotipistas, que tenía como objetivo la unidad de las tres centrales principales la Unión Sindical Argentina (USA) constituida por Telefónicos y Marítimos , la Confederación Obrera Argentina (COA) integrada por la Unión Ferroviaria, la Fraternidad, Comercio, Municipales, Estatales y la Federación Obrera Regional Argentina del V Congreso (FORA V anarquista). Los comunistas, que irrumpieron con fuerza después de la revolución Rusa de 1917, se refugiaron en los llamados Comités de Unidad Sindical Clasista y se mantenían al margen, siguiendo las directivas de la Tercera Internacional.
En el año 1927, nace el primer sindicato papelero - la SOCIEDAD de MEJORAMIENTO de los OBREROS PAPELEROS, con sede Bernal, provincia de Buenos Aires.
En 1930 se funda la Confederación General del Trabajo - CGT – con la fusión de las centrales obreras (COA y USA).
El nuevo modelo productivo – sustitución de importaciones – generaría cambios en el esquema sindical. Se generó la readaptación mas trascendente de los trabajadores por sus futuras implicaciones, especialmente en la década del cuarenta. El desplazamiento de obreros rurales hacia los centros urbanos en busca de un puesto de trabajo en las fabricas y emprendimientos emergentes de la crisis, modifico el paisaje laboral. Este proceso, supuestamente de transición, se afianzo y produjo un cambio inédito en las relaciones laborales y en la dirigencia sindical.
El 17 de septiembre de 1937, al tomarse conciencia de que el crecimiento no podrá estar asegurado hasta que no se constituya una entidad que defienda a todos los trabajadores papeleros del país, se produce la fundación de la FEDERACIÓN OBRERA PAPELERA ARGENTINA (F.O.P.A.), que se integra con los sindicatos de BERNAL, BECCAR, AVELLANEDA, CAPITAN BERMÚDEZ, y ZARATE.
La aparición del peronismo dio nuevas energías al movimiento obrero y sindical organizado, transformándolo en un actor más y con suficiente poder como para influir fuertemente en el experto político nacional. Uno de hitos más trascendentes de este nuevo movimiento obrero y sindical, fue el 17 de octubre de 1945, que permite la liberación del general Perón de su reclusión en la isla Martín García. La movilización de miles de trabajadores, organizada por los líderes sindicales, pidiendo por la libertad del que se había constituido en su protector y futuro guía.
Los papeleros no son ajenos de este cambio ideológico en el movimiento obrero, lo que motiva divisiones sobre la concepción del sindicato, produciéndose la creación de una Federación paralela, la que constituiría su sede en Beccar, provincia de Buenos Aires, hasta arribar al 3 de abril de 1948, fecha ésta en que se reúnen en la sede de la C.G.T., calle Moreno 2033 de Capital Federal, la FEDERACIÓN de OBREROS PAPELEROS, CARTONEROS, QUÍMICOS y AFINES, con asiento en la Capital Federal y la FEDERACIÓN OBRERA PAPELERA, QUÍMICA y AFINES, con asiento en Beccar, provincia de Buenos Aires, lográndose la unidad del gremio papelero y se funda la FEDERACIÓN DE OBREROS Y EMPLEADOS DE LA INDUSTRIA DEL PAPEL, CARTÓN Y QUÍMICOS y se nombra Secretario General por aclamación Cro. Juan A. Rivero.
En los gobiernos del General Perón, se lograron avances importantes en lo que hace a la legislación laboral y social, como ser: "estatuto del peón", "los derechos del trabajador", "los derechos de la ancianidad", "los convenios colectivos de trabajo", "la ley de previsión social", "la ley de accidentes de trabajo", "la ley de vivienda obrera", "sueldo anual complementario", "la mutualidad sindical", "las escuelas sindicales", "la ley de creación de la justicia del trabajo", "los regímenes de jubilación", "las reglamentaciones de las condiciones del trabajo y del descanso", "las proveedurías sindicales", etc. En febrero de 1947, al cumplirse el primer aniversario de la victoria electoral, Perón entregó al Secretario General de la C.G.T., el original de la Declaración de los Derechos del Trabajador, incorporados luego a la Constitución Nacional, sancionada en marzo de 1949. La declaración comprendía los siguientes aspectos:
1. Derecho a trabajar; 2. Derecho a una retribución justa; 3. Derecho a la capacitación; 4. Derecho a condiciones dignas de trabajo; 5. Derecho a la preservación de la salud; 6. Derecho al bienestar; 7. Derecho a la seguridad social; 8. Derecho a la protección de su familia; 9. Derecho al mejoramiento económico; 10. Derecho a la defensa de los intereses profesionales.
Luego de 1955, el golpe militar que se hace llamar “Revolución Libertadora” derroca al gobierno constitucional del General Perón, derogando todas las leyes laborales y la constitución de 1949, se intervienen los sindicatos, se persiguen dirigentes y obreros.
Desde entonces los trabajadores vienen luchando – ante gobierno de facto o democráticos - por reconquistar, sostener y hacer cumplir aquellos beneficios. Esa lucha ha costado sacrificio y sangre obrera.
Hoy a pesar del tiempo, las luchas y las pérdidas humanas, se sigue tolerando el accionar anti sindical de las empresa, que no permiten la afiliación de los trabajadores a sus sindicatos. Además persisten viejas prácticas como son el trabajo en negro, trabajo infantil, salarios miserables, jornadas extensas, sitios de trabajo insalubres e inseguros, entre otras cosas. Grandes empresas que utilizan a los pobres como brazos baratos para productos baratos.
El poder económico está más monopolizado que nunca, pero los países y las personas compiten en lo que pueden: a ver quién ofrece más a cambio de menos, a ver quién trabaja el doble a cambio de la mitad. A la vera del camino están quedando los restos de las conquistas arrancadas por siglos de luchas obreras.
Las libertad del dinero exige trabajadores oprimidos y sumisos. El miedo al desempleo, sirve a los empleadores para reducir sus costos de mano de obra y multiplicar la productividad.
Nos queda entonces la obligación de reflexionar –aunque más no sea brevemente- sobre lo que representa este 1° de Mayo para los trabajadores argentinos: Habitando una tierra que muestra un notorio crecimiento económico, pero no es aún capaz de distribuir esa renta entre sus habitantes de manera justa; que sigue pariendo pequeñas elites de privilegiados mientras que para ello deja en la más absoluta exclusión del campo laboral a casi 5 millones de compatriotas. Estamos hablando de una Argentina que cada día abre más la brecha que separa a los ricos de los pobres; hablamos de un país que pareciera no tener tiempo ni siquiera para mirar de reojo a los indigentes; estamos diciendo en definitiva, que habitamos un país rico, pero demasiado injusto.
Los trabajadores argentinos en general y los papeleros en particular, deberán saber que en cada lucha, en cada reivindicación justa, siempre encontrarán a esta Federación presta para que juntos recorramos los senderos que nos conduzcan a la justicia.
En ese convencimiento pues: ¡Feliz Día del Trabajo!

Héctor Daniel Fernández

SOCIEDAD VIOLENTA

Octubre de 2007

En un solo día (02/10/07) se pudo leer en los periódicos estos titulares o noticias, que no dejan de ser preocupantes:

Lo fusilan para robarle el auto en su casa de Caseros Gastón Darío Pérez tenía 29 años y ya lo habían asaltado para quedarse con su vehículo

Lo venía pensando desde julio, incluso había cavado un foso Pibe que degolló a compañero había planificado el crimen Investigadores creen que quería enterrarlo en el fondo de su casa

Discusión por un pancho terminó con un muertoLa víctima del sangriento episodio fue identificada como Diego Ragnatti, mientras que el agresor, de la misma edad, se entregó y quedó detenido.

En Haedo hubo otro intento de llevarse un auto Quiso robar, baleó al dueño y casi lo linchanFamiliares y vecinos de la víctima le dieron flor de paliza al delincuente

Doce años para padre abusador El hombre violaba a sus hijas de 8 y 9 años, en Catamarca
SI SE LE CRUZA UN VOLQUETE, TIEMBLELos delincuentes parecen haber encontrado una vez más una nueva modalidad de asalto contra los automovilistas.
FUSILAN A JOVEN EN LA TABLADA
Primero se habló de robo, aunque los investigadores no descartan una venganza.
TENDENCIAS : CIFRAS OFICIALES DE LOS TRIBUNALES DE LA CIUDAD En doce años se duplicaron las denuncias por violencia familiar
TRAGEDIA EN CORRIENTES : TENIA 65 AÑOS Y VIVÍA SOLO Un jubilado fue asesinado a golpes en su casa de Victoria
GUERRA ENTRE BARRAS DE BOCA
Se enfrentaron en el peaje, antes de entrar en Rosario, por el manejo de entradas. Hay varios detenidos por balas de goma y dos capos de La Doce fueron detenidos .

Tan solo son algunas de las noticias del día, que pone de manifiesto la violencia en que estamos sumergidos, el escaso valor que tiene la vida, por lo menos para algunos.
Si cada uno de nosotros nos ponemos hacer un poco de memoria, inmediatamente podemos comenzar a recordar similares hechos, tan o más graves, que nos dan una pauta en la violencia cotidiana en que estamos inmersos.
Toda esta agresividad hace que desborde cualquier cause, arrase con todos los diques de contención y pase a ser cada vez más general. Se tiende a resolver los conflictos por medio de la fuerza, diluyéndose la sociedad. Nadie atiende a razones, porque su razón es más importante. La racionalidad dejo de ser una norma de vida.
La sociedad dejo de tener intereses y objetivos comunes, hoy es la suma de individuos, con intereses particulares, enfrentados a los demás y para hacer valer sus derechos, recurre a la fuerza o al apremio. Existe un individualismo extremo.
El mal trato es corriente, el menosprecio, soberbia, críticas, calificaciones descalificadotas, juzgamiento, autoritarismo, incomprensión, abuso de poder, intolerancia, insultos, gritos, violencia física, falta de respeto por el otro.
La intolerancia y la violencia, no es atributo de un solo sector de la sociedad, sino de toda en general, tampoco es de una edad establecida, abarca a todos por igual. La encontramos en las canchas de fútbol, en los boliches bailables, en los medios de transporte, entre los automovilistas, peatones y hasta en los hogares o sea, en el lugar menos pensado se desata la violencia. Incluso ejercemos violencia contra nosotros mismos, hacemos cosas que nos perjudican, sabemos que fumar perjudica nuestra salud y fumamos, beber en demasía transforma nuestro comportamiento y nos daña, pero nos emborrachamos. Se sabe que cualquier tipo de droga nos altera y perjudica, pero se consume. Sabemos que hay alimentos que nos perjudica orgánicamente, pero no dudamos en comerlos. Como estos, podríamos ir enumerando uno a uno muchas de las cosas que nos perjudican y accionan violentamente contra nuestro organismo, pero igual las hacemos y siempre encontramos justificativos para no sentirnos tan culpables. Si ejercemos la violencia contra nosotros mismos, como podemos comportarnos con nuestros semejantes.
También hay una violencia mediática, nos informan hechos violentos, nos muestran hechos de violencia diaria en forma descarnadas, agresiva. No ofrecen constantemente ejemplos de violencia en series, películas, espectáculos, debates o programas de entretenimiento o informativos, donde unos se agreden a otros. Hoy reúne innumerables adeptos y cuantiosos especio, las peleas mediáticas “ficticias”, pero – lo más grave - que la gran mayoría las cree ciertas. Este tipo de violencia carecería de interés en una sociedad estable, pero hoy se nos ofrecen como modelos, individuos vehementes, inescrupulosos, agresivos, exaltados, sectarios e irracionales.
Violencia existió siempre, hubo violencia en nombre de la religión, de la paz, de la libertad, de la democracia, en fin siempre hubo excusas para ejercer la violencia de unos sobre otros; violencia de arriba que engendra la violencia de abajo, la violencia para cambiar un sistema opresor y de fuerza, la violencia revolucionaria por un mundo mejor. Ningún tipo de violencia - manifiesta o solapada - trajo paz, es por ello que no es admisible el fomento, la tolerancia e indiferencia que se hace de ella, principalmente en un mundo que se dice “civilizado”.
No podríamos encontrar un único motivo a esta violencia, sino que es la conjunción de muchas circunstancias, socio-económicas: inseguridad e inestabilidad laboral, competencia desmedida, desigualdades extremas, magros salarios que no garantizan una vida digna y plena, inflación, desvalorización, quiebres sociales, trabajo precario, incumplimiento de las leyes laborales, extensas jornadas laborales, etc. Falta de justicia y prevención de los conflictos antes que estos se concreten. Fallas en la educación, no se educa para la paz. No se respeta y no se hace respetar la autoridad de los maestros, a menudo los padres cuestionan y agreden a profesores. Maestros más consustanciados en sus problemas personales y laborales que en el ejercicio de su profesión. Algunos padres y madres, deben salir ambos a trabajar largas jornadas para poder sustentar el hogar, dejando a los niños en distintos ambientes. Otros padres y madres que corren detrás de puestos importantes o carreras de grado o post grado que les garantice un mejor nivel económico y reconocimiento social. Se carece del tiempo para dedicarle a los niños, porque todos llegan cansados, agotados, tristes o abatidos. Se carece de aquello que hace superar las peores crisis; amor, respeto, compañía genuina y dedicación. Tiempo para uno y para nuestros hijos.
Debemos aprender y ensañar a resolver los conflictos pacíficamente. Debemos ayudar a construir valores y actitudes tales como la justicia, libertad, cooperación, respeto, solidaridad, compromiso, actitud crítica, diálogo, participación. Así mismo cuestionar y dejar de lado aquellos valores exacerban la violencia, como ser: discriminación, intolerancia, indiferencia, conformismo, fanatismo, sectarismo, intransigencia, etc.
Es preciso generar un cambio de conciencia social y un cambio en los valores para que se pueda incidir en la erradicación de los factores estructurales y coyunturales que generan violencia y así construir una sociedad menos agresiva e intolerante. Para poder cambiar las estructuras políticas, económicas y sociales que generan violencia, debemos cambiar nosotros, porque estas estructuras responden a un modelo de sociedad, desarrollo y a una escala de valores que como individuos hemos adoptado.
El camino es un proceso mixto de creación de conciencia individual y social, junto con los cambios de estructuras sociales, económicas, políticas, culturales para poder – así - aspirar a vivir en una sociedad menos violenta.

Héctor Daniel Fernández

ARGENTINA EXTRANJERIZADA

Octubre de 2007

De Argentina siempre se dijo que era tierra de promesas. Antiguamente venían de otros lares a nuestra tierra hacerse la América. Ahora vienen de todo el mundo a quedarse con nuestras tierras, reservas de agua y empresas. Parecería que poco queda para los Argentinos. Una conquista más?
Por estos días se esta dando difusión a la venta de algunas importantes empresa argentinas a capitales extranjeros. Pero digamos que esto no es ninguna novedad, no solo son empresas, sino que yacimientos mineros y petroleros, tierras y agua. Tampoco esto es algo nuevo sino que viene desde la era privatizadora de los 90, que dejaron en manos extranjeras todos los servicios, incluso aquellas llamadas estratégicas.
Luego de la crisis del 2001 y devaluación mediante, pareció emerger un nuevo modelo económico, con cierto acento en la protección del sector productivo. La política proclamada por el actual ha sido en favorecer un “capitalismo nacional”, impulsado por una burguesía autóctona y el desarrollo de las pymes.
La inversión extranjera no viene a abrir nuevas empresas o crear actividades nuevas u originales, sino que viene a comprar las empresas que ya existen, que producen y están consolidadas en el mercado. Se han vendido empresas muy significativas, tradicionales, una suerte de símbolo de un País industrial, distinto a lo concebido por lo conservadores agroexportadores.
La petrolera Pérez Companc se vendió a Petrobras. El cemento de Loma Negra, Alpargatas y Grafa a la brasileña Camargo Correa. Cervecería Quilmes a Inbev de origen brasileño. Blaisten y Disco la compro el grupo chileno Cencosud. CTI fue vendida a Telmex. Empresas como Biecker, Imperial, Palermo adquiridas por la Chilena CCU, que ya posee las cervezas Salta, Santa Fe, Schneider y Córodoba. Así podríamos seguir nombrando empresas que han sido vendidas como: Bagley, Terrabusi, Frigorífico Col-Car de Córdoba o Quickfood (Paty), Editorial Atlantida, Canal 9, Pinturería Rex, Pago Fácil, Láctea Milkaut, Comunicaciones Ertach, Calzados Unisol, Panificadora Fargo, bodegas, etc, etc. También se dice que el acero de Acindar pasará a manos de un gigante indio Belgo Mineira, que maneja el 10% de todo el acero del mundo.
En la década anterior se vendían las empresas a altos precios y quienes compraban lo hacían sobre todo de la mano de una financiación inalcanzable para los empresarios locales. Además las empresas locales no podían competir contra esos grupos, generalmente europeos o de Estados Unidos. Se quedaron con las mejores privatizaciones, petróleo, comunicaciones, servicios, etc. En cambio hoy muchas de las empresas son adquiridas por países americanos, Brasil, Chile y México.
Por un lado esto demuestra que la Argentina no esta asilada del mundo y a pesar de todo para algunos capitales es negocio invertir en el País y por otro muestra la contradicción de la política que dice tener el Gobierno, en defensa de la industria nacional. De 500 empresas líderes de la Argentina, 360 (72%) de ellas son extranjeras. La política en el fondo sigue siendo similar a los de los 90, más allá de cierta reactivación industrial a consecuencia de la diferencia cambiaria, lamentablemente sigue siendo un País principalmente exportador de materia primas. La diferencia está que en la actualidad la inversión se da en el sector industrial, antes se dio en Servicios.
Desde la integración regional, la diferencia cambiaria y el bajo costo salarial local, han hecho que empresarios principalmente de Brasil, se queden con nuestras empresas. Las empresas brasileñas están respaldadas por el Banco Nacional de Desarrollo de su País, que les otorga créditos blandos lo que les permite expandirse y competir en el mundo. Las argentinas que por lo general buscan una rentabilidad a corto plazo, dicen que no cuentan con una línea de créditos similar, tienen baja rentabilidad en dólares y mayor competitividad externa.
Pero no solo se están vendiendo las empresas, también se han venido las tierras, minas y reservas de agua. Son las zonas con mayor concentración de recursos naturales estratégicos, tierras cultivables, minerales y agua dulce.
El magnate norteamericano Douglas Tompkins, que va extendiendo sus dominios sobre las tierras firmes del sistema del Iberá, donde se encuentra una de las reservas de agua más importantes del mundo, y que se suman a las que tiene en la Patagonia, cerca de los ríos, la naturaleza y la cordillera. En Corrientes, Tompkins compró 230.000 hectáreas, con estancias que pertenecieron a familias tradicionales de la Argentina.
Se dice quien controla el agua tendrá más poder que quien controla el petróleo. Si tengamos en cuenta que sólo el tres por ciento del agua en el mundo es potable. Incluso se vaticina que el agua será el próximo generador de conflictos bélicos.
El decreto 15385/44 del gobierno del general Edelmiro Farrel y Juan D. Perón como vicepresidente en 1944 declaraba de "conveniencia nacional que los bienes ubicados en zonas de seguridad pertenezcan a ciudadanos argentinos nativos". También "expropió numerosas propiedades extranjeras para preservar el territorio nacional y la integridad de la Argentina".
La empresa chilena, Arauco, asociada con capitales argentinos, compró casi el 6% del territorio de Misiones.
El inglés Charles Lewis, que es dueño de la mayor parte de El Bolsón y el Lago Escondido, en la frontera con Chile.
Un grupo estadounidense en Salta, AIG, que posee junto a la finca Jasimaná 1,5 millón de hectáreas, casi el 7% de la superficie de la provincia .
También está el campo comprado por la firma Nieves de Mendoza S.A. (NDM), en la Cordillera. Fue un desembarco del consorcio anglo-malayo Walbrook en Malargüe que se registró en 1999 para impulsar los deportes de invierno, la agricultura y el ganado caprino. En esa sociedad participa el malayo Pakiri Arumugam, cabeza visible del grupo. Este consorcio se creó cuando adquirió 150 mil hectáreas del llamado Campo El Alamo a la familia Fraga, estancieros y abogados de Buenos Aires, contó a Clarín el vicepresidente ejecutivo de NDM, Matías Buján. Este empresario argentino dijo que en 2001 adquirieron otras 150 mil hectáreas de Valle Hermoso a Bunge y Born. Es una de las zonas más bellas de la cordillera mendocina, en una franja fronteriza con Chile.
En Catamarca (Fiambalá), con 700 mil hectáreas, está el grupo GCN Combustibles SRL. El principal accionista sería aún el Grupo Nikkon.
Varios millonarios extranjeros, como la familia italiana Bennetton, el ecologista estadounidense – nombrado anteriormente - Douglas Tompkins y el magnate televisivo de esa misma nacionalidad Ted Turner, han comprado cientos de miles de hectáreas a precios irrisorios, al punto tal que el primero de estos se convirtió en el mayor terrateniente de Argentina, con aproximadamente 900.000 hectáreas de su propiedad.
Otra de los millonarios que tienen tierras en sur Argentino es la austríaca Maya Langes Swarovski, miembro de la aristocracia europea y recordada en la Argentina por su amistad con el ex presidente Carlos Menem.
Sesenta y tres explotaciones mineras en manos de multinacionales, que representan el 91 por ciento del total, porque sólo las seis restantes pertenecen a argentinos.
Las leyes actuales establecen que “La propiedad de las reservas mineras es de los estados provinciales pero les prohíbe explotarlas: están obligados a cederlas a las empresas privadas, transfiriéndoles las investigaciones geológicas y los descubrimientos realizados por el estado”, “una vez extraído, el oro y la plata son enviados al exterior, ya que no hay mercado interno. El marco legal permite que estas mineras facturen el ciento por ciento de sus ventas en el exterior, cobren en el exterior y no tengan ninguna obligación de ingresar al país las divisas obtenidas”.
“Si a esto el sumamos que el oro y la plata no sufren retenciones a la exportación (como la lana, la carne y el petróleo), sería oportuno preguntarse si realmente exportamos o en verdad regalamos nuestro minerales. Para colmo de males, la ley minera permite que esta empresas giren al exterior el ciento por ciento de su capital o de sus ganancias en el momento que crean conveniente y sin tener que pagar impuesto alguno”, sostienen los trabajadores de la Federación de Energía.
Todo esto dentro de las leyes argentinas aprobadas en los años noventa y que todavía siguen vigente. La continuidad de las leyes que garantizan enormes ganancias para las mineras extranjeras que de deteriorar el medio ambiente y precarizar las condiciones laborales regionales. Así mismo la reciente exención impositiva y prorroga de los contratos firmados en los 90 con las firmas petroleras, que se llevan los recursos del subsuelo demuestran que nada a cambiado.
Una de las bases de la doctrina justicialista se funda en la Soberanía Política e Independencia Económicas, tanto los Gobiernos “Justicialistas” de Menem y Kirchner, permitieron y permiten la concentración en manos extranjeras de la mayor reserva de agua dulce, de grandes extensiones de tierras en zonas limítrofes y la venta del patrimonio nacional y empresa emblemáticas. Perón decía: “Sin independencia económica no hay independencia política ni soberanía. De ella depende, además, la política social que la revolución habrá de realizar integralmente, pues la independencia económica significa que la riqueza que creen los trabajadores argentinos habrá de quedar en el país para ser distribuida su renta entre todos los sectores que contribuyen a forjarla. La independencia económica ha sido lograda mediante la recuperación de los instrumentos fundamentales de la economía y las finanzas, que se encontraban alejadas de las manos argentinas y fuera del control del Estado.” “Como existe un patrimonio físico, un patrimonio histórico, un patrimonio social y político, existe también un patrimonio económico, que vemos desde que hemos declarado la independencia económica de la Nación y reside en la responsabilidad de cada argentino. Si somos capaces de hacernos matar para echar a quienes osara poner un pie dentro de nuestro patrimonio físico, que es el territorio, debemos del mismo modo hacer conciencia para estar dispuestos a sacrificarnos si alguien pretende avasallar nuestro patrimonio económico.”
La falta de un orden legal por parte de la Nación y las provincias sobre la adquisición de tierras y la vigencia de leyes anteriores, trae aparejado la pérdida de soberanía y de recursos naturales.
Es necesario un Estado con vocación política y el dictado de una legislación eficaz, capaz de poner límites a las grandes corporaciones que debilitan nuestro patrimonio y soberanía.

Héctor Daniel Fernández

SANTA CRUZ - UN CONFLICTO CON DOS MIRADAS

Mayo de 2007

Es evidente – que en política - no existe una misma mirada para cosas similares.
Los hechos que vienen ocurriendo en Santa Cruz, con el conflicto docente, municipales, salud y de otros gremios, tratan de ser denostado y desmereciendo la lucha sindicales, por un retribución justa, profiriendo agravios y acusaciones – por lo menos - poco atinadas.
Pareciera que el conflicto que viene desde hace meses en la Provincia de Santa Cruz, con manifestaciones y represión incluida, no se diferencia mucho de lo ocurrido en Río Negro, con el Gobernador Sobisch o la de Salta. Será por eso que el Gobierno no salió a condenar públicamente – en aquel momento - los hechos – aunque secretamente se relamía por la condena general – porque en el patio trasero de la casa del Sr. Presidente (Santa Cruz) podía ocurrir lo mismo. Por ahora sólo los diferencia una víctima fatal, aunque esperemos que la sensatez llegue a tiempo para evitarla.
Ahora, son distintos o tienen otros derechos los trabajadores municipales, petroleros, maestros o cualquier otro gremio de Santa Cruz con los de Río Negro, Salta, Buenos Aires o cualquier otra provincia?. Cualquier trabajador sabe que son justos sus reclamos, entre ellos recordemos que el pago en negro es ilegal.
Pero lo que más sorprende es el discurso oficial de las últimas semanas, en lugar de llamar a la serenidad, de buscar soluciones lógicas y negociadoras, dentro de ámbito de la provincia, se le da intervención a la gendarmería para militarizar las escuelas, se hace participar al Ministerio de Trabajo de la Nación que generalmente no interviene en conflictos sectoriales y provinciales, además se hace un juego político perverso del conflictos, siempre tratando desmerecer las justas causas. Acaso no se sabe que de ser el País con mejor distribución de la riqueza en casi todo el siglo XX en América Latina hoy tiene la mitad de la población en la pobreza y una quinta parte en la miseria, entonces que tiene de malo que los trabajadores pelen por su dignidad. Además de todo ello, a los trabajadores se los ha tildado, con cierto desatino de “cobardes patoteros” y de “auto herirse”, entre otras cosas. Por otro lado se estimula a grupos “partidarios” a que salgan a “defender” los intereses del gobierno provincial por ende nacional, provocando algunos hechos intimidatorios, lo que podría agravar mucho más el conflicto y traer serios enfrentamientos. Un gobierno que hace tanto hincapié en la defensa de los derechos humanos, no pude permitir ni tolerar este tipo de hechos represivos y violentos.
Podrá ser que como hasta ahora no existe un rival directo que ponga en peligro la continuidad de este gobierno, deban inventar opositores de todo tipo, para confrontar y así los ciudadanos no se detienen en temas mucho más puntuales y comprometidos.
El Sr. Presidente debería buscar soluciones de otro tipo con los trabajadores, no confrontar y mucho menos agredir verbalmente, él debe demostrar que está para gobernar para todos. Si quiere confrontar, que confronte con las grandes empresas multinacionales que no respetan nuestras leyes laborales, contra aquellos que mantienen las desigualdades, los que generan pobreza y miseria, los que se llevan los capitales fuera del País, los corruptos, contra aquellos explotan a los trabajadores, que no pagan salarios dignos, en fin, en este País desvastado hay muchos con los que se puede confrontar, menos con los trabajadores.

Héctor Daniel Fernández

EL CAMBIO INCONCLUSO

Julio de 2007

Todos conocemos con la debilidad con la que asumió el actual gobierno, la estructura prestada por Duhalde y su necesidad de hacer alianzas para consolidarse y poder gobernar. Fueron muchas las promesas que hizo al asumir en el transcurso de los primeros meses de gobierno.
Hay una realidad que es palpable, de la crisis (2001) con que nos encontrábamos gran parte de los argentinos a hoy, hay cosas que han variado y mejorado, tanto en los económico como en lo social, y una muestra es cuando se compara cuales eran las prioridades en aquella etapa y cual es la de hoy.
Como también podemos decir que – tanto en lo económico y social - hay mucho por hacer, que el verdadero poder lo detentan ciertos sectores nacionales y extranjeros de la economía y con algunos de ellos ha negociado.
Pero hay algo de los cual se necesitaba convicción y voluntad para cambiar y no solo enunciarlo – con mayor o menor vehemencia – y ello era el cambio de la POLÍTICA.
Sabemos que es muy complicado por los intereses que están en juego, pero quizás – de todos los cambios necesarios - era el que menos dificultades traería por es el reclamo de la sociedad.
En su discurso de Asunción – 2003 – El Sr. Presidente dijo: Por mandato popular, por comprensión histórica y por decisión política, ésta es la oportunidad de la transformación, del cambio cultural y moral que demanda la hora. Cambio es el nombre del futuro.
Concluye en la Argentina una forma de hacer política y un modo de cuestionar al Estado. Colapsó el ciclo de anuncios grandilocuentes, grandes planes seguidos de la frustración por la ausencia de resultados y sus consecuencias: la desilusión constante, la desesperanza permanente.
Se necesitará mucho trabajo y esfuerzo plural, diverso y transversal a los alineamientos partidarios. Hay que reconciliar a la política, a las instituciones y al Gobierno con la sociedad.
Ningún dirigente, ningún gobernante, por más capaz que sea, puede cambiar las cosas si no hay una ciudadanía dispuesta a participar activamente de ese cambio. Desarmado de egoísmos individuales o sectoriales, la conciencias y los actos deben encontrarse en el amplio espacio común de un proyecto nacional que nos contenga, un espacio donde desde mucha ideas pueda contribuirse a una finalidad común.
Luego disertó para la militancia – 2004 - Tenemos que volver a reconstruir el espacio de los militantes, de los cuadros, tenemos que volver a valorar la política y no queremos que se repita la mecánica casi empresaria de la política que tiende a acordarse de los amigos y de los compañeros para utilizarlos en cuestiones electorales.
No queremos más la práctica de un culto al individualismo, a la personalidad y a la teoría del jefe. Esas teorías que tanto daño han hecho a la política argentina y han quebrado su calidad y hasta su propia moralidad los que quisieron llevarlas adelante. Tampoco queremos más generar ese desaliento de que los compañeros, los amigos; donde les toque actuar, sea la fuerza que sea, salen a trabajar políticamente y saben que cuando terminan las elecciones se cierran las puertas del ida y vuelta que deben tener aquellos que son elegidos y aquellos que ayudan a que sean elegidos.
Tenemos que volver a recuperar las ansias de la participación, pero nosotros mismos también tenemos que hacernos la autocrítica, debemos entender que la política no puede ser una herramienta para buscar solamente el mejoramiento de nuestra posición y nuestra vida. Si los militantes y los dirigentes políticos entienden que tienen que ser los que den el primer ejemplo, les puedo asegurar queridos amigos y amigas, compañeras y compañeros, que estaremos dando un salto cualitativo. Esto es tremendamente importante, tenemos que dar ese ejemplo y evitar las tentaciones.
Suponíamos que era una propuesta de cambio en la política -desprestigiada y vapuleada - y que la mayoría del pueblo había reclamado mayoritariamente desde el 2001 y estaba esperando, era una puerta a la esperanza, era creer en un futuro más justo, como así también la posibilidad de comprometer nuestro esfuerzo para construir la Nueva Argentina. La mayoría pensaba que la única forma de alcanzar esos objetivos, era desterrando la practica de la vieja política que nos ha llevado al total descreimiento que estamos viviendo.
Esa vieja política que está comprometida con su propia supervivencia, cerrándose a la participación o a los controles populares. Se encuentran vallados y protegidos de aquellos a quienes se deben. La ciudadanía estaba reclamando hace tiempo un cambio en la política, pero más que nada en aquella que se vive a diario, aquella con la que se convive, en el barrio, en el municipio.
Se esperaba que el Gobierno pusiera como cuña a la sociedad dentro de la política zonal, hacer participar a los vecinos y organizaciones vecinales y sociales en las resoluciones, obras o determinaciones de aquello que se haga en el lugar donde se vive. Terminar con la creencia que el compromiso político con la sociedad se ejerce exclusivamente desde estructuras políticas y desde la representación que estas estructuras tienen en los diferentes niveles de la administración pública.
El pueblo estaba expectante y de haber querido, podía haber encontrado la respuesta y el respaldo necesario para llevar adelante aquellas cosas que había anunciado, demoler las barreras que interpone la dirigencia intermedia que no quiere el cambio, que se aferra a sus privilegios, trabajan en función de beneficios personales y no en función de la gente o el País, carecen de grandeza y tan sólo piensan en salvarse ellos. Obteniendo el apoyo masivo y la concientización de la gente, hubiera tenido el apoyo político necesario para encarar los demás cambios, si realmente era su intención.
No construyo una corriente fuerte dentro del Peronismo, porque se mantuvo equidistante y por ello no tiene un fuerte arraigo dentro del movimiento. Pero tampoco logro construir una fuerza propia como para consolidar el proyecto político que dice tener, sino que realizo acuerdos tácticos y circunstanciales con Gobernadores, Intendentes, Diputados, Senadores, referentes partidarios y extrapartidarios, algunos seriamente cuestionados y que estuvieron con Menem, Dhualde y ahora con Kichner, con el sólo fin de perdurar. No solo no hizo el cambio, sino que lo aborto.
El Gobierno hoy cuenta con una aceptable imagen positiva, pero la alianza y actitudes similares a esa vieja política, que suele criticar, no le han permitido una inserción sólida en la sociedad, ni tener una base propia de sustentación, el apoyo es meramente circunstancial y de interés. El apoyo no tiene sustento doctrinario.
Lo que el ciudadano esperaba era una transformación de la POLÍTICA. Hace falta un profundo cambio CULTURAL, rescatar los principios, la ética, la participación, honestidad y transparencia, pero manteniendo un fuerte contenido ideológico social y solidario y no más de lo mismo. Justicia Social, Independencia Económica y Soberanía Política. Un cambio, también, desde el ejemplo, con Gobierno austero, sobrio y justo.
Nada de ello ocurrió y hoy algunos resultados electorales zonales, muestran que la gente opta por un cambio, inclusive ideológico, por incapacidad o falencia del propio gobierno.
Podemos decir que este Gobierno desde un principio trato de no mostrarse como Peronista, daba la sensación que tenía pudor o vergüenza de cierto pasado reciente, poco o casi nada se mencionaba a Perón o Evita, mucho menos estimular la tradicional liturgia del peronismo. Está bien que algunos dirigentes utilizaron y utilizan todo ello, para luego traicionar lo más esencial; la ideología y convirtiéndose en verdaderos traidores.
Desde el Gobierno trataron de captar a una fracción del Peronismo, corrientes porgresistas, movimientos sociales y sectores de izquierda detrás de la trasversalidad y mostrarse políticamente correcto ante un sector de la sociedad que siempre critico el comportamiento popular del movimiento peronismo. Se puede criticar que muestra una cosa y es otra, que es simplemente burgués reformista, a pesar de que supuestamente algunos que integran el gobierno o lo apoyan, fueron cuadros del aparato “revolucionario” de los 70. Esos que exigieron a Perón inmediatamente cambios profundos, revolucionarios y lo hostigaron. Una cosa es estar en el llano y otra en el Gobierno. A este Gobierno – desde algunos medios - se lo pretende demonizar diciendo que es zurdo o montonero (nacido de la clase media o alta católica), pero esta económicamente más cerca de la derecha que de la izquierda o de la revolución peronista – cambiar algo para que nada cambie –. Incluso en algunos temas se sigue aplicando políticas neoliberales. Por otro lado vemos que el poder económico dominante hoy en Argentina, le molesta que el trabajador pueda levantar algo su cabeza, ellos pretenden tenerlo sometido y sumiso y ya se está viendo su reacción ante algunos cambios en la legislación. Pero algo que debemos tener en claro, es expresar lo que queremos y como lo queremos, pero también dejemos bien en claro lo que no queremos, para diferenciarnos de los que pretenden otra cosa. La crítica hay que hacerla desde una postura ideológica clara (contratos petroleros, ley antiterrorista, distribución de la riqueza, presión tributaria, control de los subsidios, etc.) y no sumarse a las críticas triviales o de derecha, que sólo hacen hincapié en aquellos temas que afectan los intereses del sector, pero no la profundización de los cambios. Incluso debemos diferenciarnos de sectores caducos, decadentes, patéticos y nefastos del “peronismo” (Menem, Puerta, Toma, Saa, Kohan, Ikonicoff, etc.).
Ahora me pregunto, es conveniente criticar por criticar o atacar este gobierno sin ofrecer una propuesta que avance hacia el cambio propuesto por Perón sobre la economía, política y justicia social. Es conveniente hacernos eco y socios de la derecha, empresarios, terratenientes, financista, banqueros y sus voceros de los medios de comunicación que ya les está molestando algunos cambios – aunque tan sólo cosméticos- y sobre todo, el activismo de base que están tomando los obreros y organizaciones sociales, como así también algunas leyes laborales y sociales que se están cambiando. No estaremos siendo demasiado exigentes con un gobierno de medio pelo, reformista e indefinido, mientras la mayoría se tragó una década de menemato casi sin chistar.
No estaremos haciendo lo que siempre hizo o pregonó un sector de la izquierda en este País, aliarse o serles útiles a sectores golpistas, conservadores y opuestos a los intereses de los humildes y trabajadores, con el fin de hacerlo caer por el sólo hecho de no romper con el sistema o por ser reformistas. La teoría de provocar el caos y que exista miseria, pobreza, persecución y privaciones, porque de ahí puede nacer la revolución que ellos proclaman. Revolución que nunca triunfa o es negociada. Revolución que terminan pagando miles y miles de familias humildes, que son explotadas o mueren de hambre. Cada vez que la derecha se hizo cargo del gobierno, sea por los medios que fueran, hubo un notorio retroceso en las condiciones de trabajo, en los beneficios sociales y en las libertades civiles, que luego no se pudieron recuperar en su total plenitud.
Ahora, sinceramente, estamos preparados para sobrellevar un cambio “revolucionario”, cuando el poder económicos y financiero está en manos extranjeras, cuando los recursos naturales están en manos de extranjero, cuando los depósitos de argentinos en el exterior es igual a la deuda externa, los medios de comunicación en poder de los monopolios, cuando la política sigue siendo clientelista y fraudulenta. Hasta donde la sociedad está dispuesta a apoyar un cambio y sobre todo a soportar presiones por ese cambio?.
Entre lo que queremos y se puede, la sociedad esta preparada ideológica, política y conceptualmente para producir las transformaciones de fondo y reconvertir la sociedad? Me pregunto: hoy esta sociedad - en general – no ve al País desde una óptica personal e individualista, si ellos están bien, el País está bien, si ellos están mal, todo está mal?.
La sociedad debería superar sus contradicciones: Hablamos de reconstruir el País y sólo se busca reconstruir nuestra propia economía a costa de otros argentinos. Ciudadanos que tienen inmensas riquezas individuales dentro y fuera del País y compatriotas que no tienen para comer. Exigir que se aplique la ley y buscar permanentemente como violarla en beneficio propio. No aceptar las responsabilidades propias, creer que los errores son siempre ajenos. Producir alimentos varias veces más de lo que puede consumir nuestra población y tener indigentes. Echarle la culpa a los políticos y no participar para cambiarlos. No hacer una autocrítica de los políticos que elegimos o que hicimos para cambiar esta historia. Votamos pensando en la conveniencia propia y no en la del País.
En la actualidad ciertos “dirigentes” del “PJ – Partido Justicialista”, estimulados por el triunfo de Macri en la Capital, comenzaron a desempolvar el Caballo de Troya, con Menem a la cabeza. Este sector que se dice “Peronista”, pero que ideológicamente no tienen nada, principalmente empresarios o dirigentes advenedizos cercanos a ellos que pretenden recuperar los suculentos beneficios que obtuvieron en la década menemista, con la aplicación de políticas neo-liberales que van en contra del proceso revolucionario de Perón y que concibió doctrinariamente, comos ser: Un Estado en favor de los social. Proteger el empleo urbano a través de la defensa de la industria nacional. Nacionalizar los servicios públicos. Política exterior independiente. Establecer la industria pesada a través de Fabricaciones Militares. Creación del Banco Industrial. Convenios Colectivos de Trabajo. Repatriación de la deuda externa. Redistribución del Ingreso. Empleo. Crecimiento privado y público. Mayor poder adquisitivo. El capital debe estar al servicio de la economía nacional y tener como principal objetivo el bienestar social. La propiedad privada en función de lo social. Y en consecuencia, estará sometida a las obligaciones que establezca la ley con fines de bien común. Salud y Educación gratuita de excelencia para todos, derecho al trabajo, a la ancianidad, a la niñez y a la vivienda digna. Justicia Social: una política redistributiva del estado, que integra a sectores marginados y semimarginados de la sociedad, a condiciones de vida más justas y dignas. Comunidad Organizada: que expresa la idea de un todo orgánico en la que el individuo puede realizarse y realizarla al mismo tiempo. Y en la que se debe producir la armonía y el equilibrio cono síntesis de todo los conflictos sociales. Perón sostenía que la Comunidad Organizada posibilita una armonía de los fines espirituales y de los materiales (capital y trabajo), a través del equilibrio en la logro de ambos. Sintetizando, sostiene que la Comunidad Organizada permite la solución de todos los conflictos con las ideas de proporción, armonía y equilibrio. Estos conceptos están dirigidos a eliminar la influencia de la lucha de clases, posibilitada por el individualismo capitalista que basa su filosofía en el afán de lucro y en el egoísmo. La organización de la riqueza y su explotación tiene por fin el bienestar del pueblo, dentro de un orden económico conforme a los principios de la justicia social.
Está claramente que Menem y todo su sequito, con la justificación del modernismo y la globalización, hizo todo lo contrario a lo precedente y entrego el patrimonio nacional, destruyo al industria, flexibilizó el trabajo, nos endeudo, formó ejércitos de desocupados y marginados, ato la economía y la política a las relaciones canales con los EEUU, en fin, hoy piensa volver por más. Volverán caras extrañas, los Menem, Puerta, De Narvaes, Duhalde, Patti, Saa, algunos socios sindicalistas “gordos”, capitales buitres y meramente especulativos, como tantos otros que se llenaron de plata a costa de la miseria del pueblo trabajador. Incluso cercanos ideológicamente a Macri, López Murphy, Sobisch, Cavallo, etc. No sería raro que en cualquier momento, estos sectores políticos, empresarios y económicos promuevan un “golpe económico” al estilo que sufrió Alfonsín, inflación, desabastecimiento, saqueos, crisis, inestabilidad, etc.
El trabajador, el humilde, el desocupado, el marginado, se puede equivocar en muchas cosas, en lo que no se puede equivocar es ideológicamente. Los sectores de derecha o centro derecha, dentro o fuera del Peronismo, nunca favorecieron a este sector social, siempre – de una forma u otra – nos quitaron beneficios o derechos. La solución no está en escapara hacia la derecha.
Quizás con los años uno pierda ese espíritu revolucionario que tenía cuando era joven, se vuelva más cauto, conservador y pretenda avanzar, paso a paso, escalón por escalón, consolidar cada conquista, aunque nosotros no veamos todo lo que soñamos. “Es preferible encender una pequeña vela que vivir despotricando en la oscuridad”. No es cuestión de tirar un viejo por la ventana todos los días. Quizás aquellos que tenemos algunos años y hemos sido tan castigados, vemos que hay hechos que no nos llevan a ningún lado.
Pero tampoco estoy de acuerdo con renunciar al cambio, creo profundamente que otro País es posible, no apoyo la idea de que otra cosa no se puede hacer, no estoy de acuerdo en conformarme con este reformismo, pero creo que el cambio debe ser hacia adelante, profundizarlo, pero sin buscar el caos, sin ser útiles a la derecha, sin apuntar a un gobierno que vuelva a destruir la incipiente industrialización para volver a someter a la clase trabajadora y generar desocupación y miseria, como sostén de un modelo económico más dependiente y que solo beneficia – como de costumbre - a unos pocos y tira migajas algún otro sector para comprarlo. Creo que hay que criticar pero aportando propuestas que apunten a la concreción de un País mas justo, pero señalando y rechazando – con el mismo énfasis - todo intento de los dueños del poder económico, industrial y agropecuario – nacional o multinacional – que pretende arrastrarnos a una crisis para profundizar las divisiones entre los que menos tenemos y salir ellos beneficiados. Debemos tener muy en claro – en la hora decisiva - quien es el enemigo de siempre.
El cambio se producirá por medio de la participación activa de los ciudadanos y no siendo meros espectadores de los acontecimientos del País. Participación para presionar por el cambio.
“En lo publico y en lo privado, los argentinos deben ajustar cuentas consigo mismos, con los dirigentes que eligieron, con la historia en la que participaron y la vida que construyeron.” Maria Seoane.


Daniel Fernández

ELECCIONES 2007

Junio de 2007

Las elecciones 2007 están mostrando ciertas particularidades, quizás afirmando una tendencia que viene de años anteriores, que son las alianzas entre individuos y no en base a ideologías o partidos políticos.
Se estará cumpliendo eso del fin de las ideologías o será un reacomodamiento ideológico. Cada sector se está agrupando según sus propios intereses, eso si, no los del País. O a caso será simplemente la búsqueda de supervivencia de una casta que está mutando para seguir viviendo de la política? y que como sociedad lo estamos permitiendo con indiferencia.
Así podemos ver un sector de los radicales (los llamados K) apoyando la gestión del Gobierno, y presentándose juntos en las elecciones. Otra fracción de los radicales asociándose con algunos “peronistas” disidentes al Gobierno y yendo juntos con Lavagna (ex Ministro del Gobierno) y éste apoyando en la Capital a Mauricio Macri y por último otra fracción de radicales se presentan con Elisa Carrio.
Mauricio Macri, impuesto por medio de una profusa y larga campaña marketinera, desde presidente de Boca a candidato. Un persona – aparentemente - sin grandes bondades y cualidades, dirigente de medio pelo, símbolo de la década del 90 enmascarado en algo nuevo. La derecha siempre pensó al País en función a sus intereses. Socio ideológico del ex radical López Murphy y Jorge Sobisch, de pensamiento neoliberal, empresarial, privatizador y de mano dura. También ha contado con el apoyo de Menem y Chiche Duhalde. Otros que lo apoyan del “peronismo” son Rodríguez Saa y Puerta. Lo “curioso” que Carlos Menem y Chiche Duhalde enfrentado ideológicamente en un momento, ahora ambos apoyan a Mauricio Macri (un liberal) en contra del candidato del Gobierno para la Ciudad de Buenos Aires, Daniel Filmus. Juan Carlos Blumberg también apoya decididamente a Mauricio Macri.
Daniel Filmus y el gobierno son respaldados por sectores que se dicen “progresistas”, un sector del “peronismo”, algunos socialistas, algunos radicales, algunas organizaciones de derechos humanos y un sector de los piqueteros.
La izquierda, como es su tradición en nuestro País, está altamente fraccionada y al igual que los partidos tradicionales, presentan candidatos en listas enfrentadas, aunque siendo de un mismo partido. Se van auto dividiendo en si mismo y en ocasiones siendo funcionales a la derecha.
El Cardenal Jorge Bergoglio, desde el pulpito hace y se involucra directamente política partidista y toma posición en contra del Gobierno. (repitiendo viejos pleitos 1954-55 y defendiendo intereses no siempre tan santos)
En la provincia de Buenos Aires; un sector del “Justicialismo disidente o remanente” apoyaron y estimularon en un principio, junto con el PRO la candidatura a Gobernador del “Ing.” Juan Carlos Blumberg, éste al desprestigiarse se quedó sólo y cada sector busco otro partido donde mejor acomodarse.
Aquellos que tienen algún tipo de conocimiento de las figuras que estoy nombrando, podemos decir que si nos atenemos a su “historia” partidaria no tendrían nada que ver unos con otros, incluso han defendido distintos proyectos de País, pero analizando sus últimos comportamientos, podríamos decir que en realidad ahora se están reagrupando, algunos ideológicamente y otros – tan sólo - por conveniencias personales, como lo hicieron en su momento con el menemismo, junto a María Julia Alsogaray, Adelina de Viola, Albamonte, Cavallo, y toda la UCD.
Hay una realidad indiscutible, para ayer y para hoy, el Peronismo - como lo concibió Perón – no tiene la misma visión de País que la derecha-oligárquica, privatizadora y de exclusión que consustanció económica y políticamente el proyecto de Menem y que hoy – maquillado – se eterniza con otros nombres. Sostenedores de que la clase rica o alta debe goza de todos los privilegios. La incluida, debe aceptar los dictados del mercado, unas veces dentro y otras afuera y los excluidos, resignación: porque ese es su destino. Muchos dirigentes políticos y sindicales – que se dicen “peronistas” y que aún perduran - de distintos niveles, apoyaron o acompañaron esa política neoliberal.
Del que se vayan todos y la renovación de política, no hubo ni siquiera una condena social o pública. Por el contrario, no se fue casi ninguno, sino que vinieron hermanos/as, sobrinos, hijos, etc., y la renovación verdadera sigue pendiente.
Así mismo, algunos han renunciado a su ideología y con actitud camaleónica, hoy prefieren acomodarse detrás de alguna figura que pueda tener un consenso importante dentro de algún sector de la ciudadanía – sin importar como piense - para ver si pueden obtener un cargo que les permita seguir viviendo o por lo menos no perder los privilegios que el Estado y la Política les brinda, que en muchos casos en una actividad privada no podrían obtener. Es el caso Macri o del “Ing.” Juan Carlos Blumberg, una persona reconocida públicamente, que no activo anteriormente en política. Este hombre que desde una desgracia personal irreparable, acaparó a atención de miles de personas que reclamaban mayor seguridad. El “Ingeniero” muy bien asesorado, manejo excelentemente las relaciones públicas, llegando a ser – para algunos - un icono de la seguridad, cercano al orden y la mano dura que muchos ciudadanos reclaman y consideran como única solución. Se constituyo en fiscal y paladín de la ética y moral. Después que mintió respecto a su título, defraudo y engaño, muchos que lo apoyaban huyeron despavorido.
No olvidar que algunos de estos “políticos”, que están en las sombras o más o menos ocultos, fueron en mayor o menor medida participes de los estallidos del 2001. Desindustrialización, desocupación, marginación, miseria, quiebre social o sea el producto de muchos de los males que hoy nos toca vivir. Estos males provocaron la ruptura de una sociedad solidaria, pero de una solidaridad profunda que nos involucra a todos como País, de salir todos juntos de los problemas y no la solidaridad confundida con la caridad. Nuevas caras de una vieja política.

Sobre las elecciones en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, es evidente que este electorado es altamente ciclotímico e inestable, vota según su estado de ánimo y su interés personales, nunca lo ha hecho desde un concepto general de País.
Recordemos, que en plena crisis del 2001, salieron a la calle a pedir por sus ahorros y que se vayan todos, mezclados con aquellos que pedían un cambio – pero desde lo ideológico -. Recuerdo el paso de los piqueteros que venía desde La Matanza, encabezados por Luis D´elia, y los vecinos de Caballito esperándolos en la plaza Rivadavia, para darles agua y comida, esa supuesta comunión de una clase media diezmada y algo empobrecida, acompañaba a los desprotegido y marginados, se hacían fuerte en el reclamo que contemplaba los intereses de ambos.
Las elecciones del 2003 en la Capital Federal Macri le ganaba a Ibarra y la tercera fuerza es la izquierda con Luis Zamora (MAS). En la segunda vuelta gana Ibarra (“progresista”). Una curiosidad, hoy Macri gana en todas los barrios de la Capital, los extremos se han unido como se dio con Menem, las clases altas y las más bajas.
Hoy esa clase media, bastante recompuesta y con mayor poder adquisitivo, no piensa igual ni es tan solidaria, como lo fue durante la crisis. Como sus intereses y objetivos han variado, así como su postura política, ya ahora no es prioritario la falta de trabajo, mejoras salariales o la inclusión social o los ahorros, lo único que se mantiene es la falta de seguridad. Hoy las prioridades pasan por la seguridad – ante todo - y el “orden”. Buscar una solución a los cartoneros para que no ensucien las calles, la saturación de pobres de la provincia en hospitales y escuelas, el caos de tránsito, los cortes de calles (que ellos suelen cortar cuando son tocados sus intereses: ejemplo la construcción de torres). Los trabajadores protestan porque llegaban tarde al trabajo cuando los desocupados cortaban las calles pidiendo trabajo e inclusión social. Los taxitas protestan cuando los trabajadores cortan las calles pidiendo aumento o mejoras condiciones de trabajo. Los automovilistas protestan porque los taxistas cortan las calles por al falta GNC que no les permite trabajar. La clase media corta las calles reclamando por su ahorros, por seguridad o la construcción de edificios. Aquí no estará fallando otra cosa, los canales lógicos que deberían escuchar y solucionar los problemas de la gente, sin que se llegue a ciertos extremos?. Además las calles se cortan por un recital, un partido de fútbol, por el corso, una procesión o cualquier otro motivo. No existe – concretamente - el respeto por el otro, por las instituciones. Pareciera que los derechos de unos tienen más valor que el de otros. Reclaman un orden que muchos no están dispuestos a respetar. Preferentemente un orden que sea vulnerable al poder y a las influencias.
Daría la impresión que un sector de la sociedad que ha logrado mejorar más o menos su situación, su preocupación ha cambiado de enfoque, ahora es “orden y seguridad”, los problemas que aún padecen miles de argentinos, ya no es prioritario para ellos. Es innegable que este Gobierno tiene una deuda en el tema seguridad, como también las tiene en otros temas sensible para otros sectores de la sociedad. No debemos olvidarnos que ese “orden y esa seguridad”, muchos ciudadanos lo iban a reclamar a los cuarteles y más que orden y seguridad trajeron terror y persecuciones, beneficiando solo a un sector, el de siempre, el poder económico. Alguno de todos estos respetables ciudadanos buscaría un guardia cárcel para cuidar a su hijo “travieso” o pondría aun zorro a cuidar un gallinero.
Es evidente que del modelo actual hay muchas cosas que no funcionan, que este gobierno se equivoca, aquel cambio de la política que prometió cuando asumió, sigue siendo una deuda impaga, que aún sigue aliado a caudillos y representantes de la vieja política, de la política del clientelismo. Que la distribución de la riqueza sigue siendo una brecha desproporcionada, que sigue el trabajo en negro, que mucho del trabajo generado es precario, los salarios se deprimen ante la inflación, falta de inversión en energía y algo de imprevisión. Pero también, después de mucho, hay una actividad social y gremial, que no existía antes, a pesar de que mucha gente sigue rechazando a los políticos, han surgido organizaciones sociales y ciudadanos que se comprometen con la actividad social y buscan un cambio. Ya no se espera todo del mercado. Una mayor actividad laboral – precaria – pero mayor, a dado que el trabajador comience a reclamar – sin miedo - por sus derechos. También se están reponiendo conquistas sociales y laborales que se habían perdido o entregado. Estemos atento, si la derecha, los grandes empresarios y terratenientes, por medio de sus órganos de expresión (diarios, radios y canales) critican, por algo será, por lo menos – dudemos -.
Pero cuantas empresas y empresarios, como así también ese sector más altos está dispuesto a aportar algo de sus ganancias para achicar la brecha, mejorar las condiciones sociales y disminuir los riesgos – entre ellos seguridad -, producto de una compleja situación social de hace unos cuantos años padecemos. Hay uno cuantos – incluso - que se quedan o especulan con los aportes y contribuciones de los trabajadores. El 20% del sector más rico percibe el 52,2% y el 20% más pobre tan sólo el 3,7%.
Todos le exigimos al Estado pero son pocos y generalmente los trabajadores – los que menos tienen - los que más aportan, porque no tienen como “zafar” de sus obligaciones. Tampoco son los que tienen dinero para sacar del País y ni depósitos en el extranjero o en paraísos fiscales.
Como trabajador y peronista, hace años que no encuentro parangón entre la doctrina peronista, el ejemplo de Perón y Evita y los dirigentes que lo sucedieron. Puedo estar o no de acuerdo con la política general de este Gobierno, que los cambios no son suficiente, pero como “trabajador” no veo la solución en escapar hacia la derecha o volver a probar políticas neoliberales o empresariales, que ya hemos vivido. Si creo que debemos exigir, actuar y participar para profundizar los cambios e ir hacia un Estado de mayor igualdad, dignidad, justicia social, independencia económica y honestidad, que sólo el PERONISMO verdadero y fuerzas nacionales pueden darnos, sin esos equilibristas o saltimbanquis de la política, que su única ideología es satisfacer sus apetitos personales.
La izquierda que nunca entendió por donde pasaba el pensamiento y sentimiento del trabajador, que se alineen junto en esa izquierda, los de ideas de derecha a la derecha y los peronistas – como siempre - junto al pueblo trabajador, los humildes, los marginados y todos aquellos que quieren lo mejor para el País y no sólo para su sector.
Ahora me pregunto: existe el PERONISMO en la clase dirigente?, Se puede cambiar la política sin alianza con las viejas practicas políticas?, Se pude cambiar la economía si el 70% de las empresas están en mano de capitales extranjeros?.

Héctor Daniel Fernández

SON MUY PELIGROSOS

    Mientras estos personajes fanfarrones, patéticos y cobardes se disfrazan para jugar a la guerra y a los soldaditos, creen que todo es co...